"Nadie me va a creer que estoy dispuesto a reponer aranceles de la OMC a granos y oleaginosas de Estados Unidos, si no tengo fuertes alternativas en el Sur", les dijo con toda claridad este lunes el ministro de EconomÃa de México, Idelfonso Guajardo, a los integrantes de la comisión de Relaciones Exteriores del Senado de su paÃs.
Guajardo que lleva adelante la renegociación del NAFTA que comenzará la semana próxima en Washington y fue una de las banderas de campaña del republicano Donald Trump, sinceró la estrategia azteca: Asegurarse con Argentina y Brasil el maÃz y el trigo que hoy le compra a Estados Unidos. No es poca cosa, el año pasado México importó 14,1 millones de toneladas de maÃz, un ingrediente clave de la dieta básica mexicana.
La amenaza de la administración de Enrique Peña Nieto a Trump es importante: Si el magnate insiste en buscar la relocalización, sobre todo, de las fábricas de autos de México en Estados Unidos poniendo algún impuesto especial o border tax; le podrÃan contestar imponiendo aranceles a las importaciones agropecuarias de Estados Unidos, un sector que votó al republicano, pero al mismo tiempo depende de manera crÃtica del mercado mexicano.
Y para darle credibilidad a esa amenaza, la administración de Peña Nieto invitó al DF a una delegación de empresarios y funcionarios argentinos que viajaron esta semana a México, para explorar la posibilidad a largo plazo de firmar un tratado de libre comercio y en el corto ampliar las exportaciones de alimentos, que ya empezaron a dinamizarse.
LPO habló con integrantes de la comitiva, en la que reina la confianza de alcanzar un acuerdo que permita reactivar el comercio entre ambos paÃses.
Gracias a Trump, México se convirtió para la Argentina en un potencial mercado de alrededor de 130 millones de habitantes casi tan importante como la Unión Europea o el resto de los paÃses del Mercosur.
En rigor, las negociaciones entre los gobiernos de Mauricio Macri y Enrique Peña Nieto se iniciaron el año pasado en el marco del aumento de la tensión diplomática entre el paÃs azteca y Estados Unidos desde que asumió Trump.
México debió salir a buscar otros proveedores de alimentos, mientras que la Argentina busca reabrir mercados en el mundo para suplir la dependencia de Venezuela que de 2012 a 2015 se convirtió en uno de los principales compradores de nuestro paÃs.
LPO accedió a un documento elaborado por el Instituto de Estudios Económicos de la Sociedad Rural (SRA) que muestra que la Argentina tiene potencial para vender alimentos a México por un monto cercano a los u$s 9 mil millones por año.
Dicho monto es lo que México importó el año pasado en productos tales como maÃz, soja, carne, lácteos, vino y trigo. Pero el dato es que el 80% de esos productos fueron comprados en Estados Unidos.
"En la Argentina tenemos capacidad para satisfacer la demanda mexicana con alimentos que producimos en cantidad, calidad y en forma constante", dijo Raúl Roccatagliata, responsable del área internacional de la SRA al momento de presentar el informe.
Cabe destacar que México importa agroalimentos por un valor de u$s 25 mil millones, una cifra que representa un 6,5% del total de sus importaciones. "Hay oportunidades para los porotos, garbanzos, manÃ, arroz y genética bovina", agregó Roccatagliata.
En este sentido, dos hechos concretos se dieron en las últimas semanas: el primero fue cuando México anunció que abrió su mercado para los limones argentinos y el otro en la última edición de La Rural de Palermo que fue visitada por empresarios aztecas.
Sin embargo, la Argentina cuenta con una desventaja respecto a los paÃses que integran la "Alianza del PacÃfico" como Chile, Perú y Colombia que sà cuentan con Tratados de Libre Comercio que le permiten tener un flujo comercial mucho más ágil.
"Para nuestro paÃs las trabas a la hora de ingresar productos en territorio mexicano son mayores por la ausencia de un acuerdo. Por eso serÃa importante que este año se firme algún tratado", indicó Marcelo Elizondo, titular de la consultora DNI.
El acuerdo, según especulan los negociadores argentinos, excluirÃa al sector automotriz dado que la industria local no está en condiciones de recibir autos provenientes de México donde los costos de producción son mucho más bajos.
En tanto, México es el primer comprador de maÃz, leche en polvo, quesos, carne bovina, porcina y aviar estadounidense y el segundo comprador de trigo. Sólo en lácteos compra a Estados Unidos productos por más de u$s 1200 millones anuales.
Por último, a pesar de ser el principal importador de alimentos de Latinoamérica, la Argentina registra un déficit comercial con México desde el 2010 a la fecha (el año pasado el rojo fue de casi u$s 500 millones).
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Argentina se ilusiona con venderle a México productos agropecuarios primarios, que terminan favoreciendo al país agroexportador, en lugar de preocuparse por vender productos con valor agregado. Tener en cuenta esta nota de LPO del 28/07/2016 de los objetivos que se plantea el empresariado mexicano con respecto a la Argentina:
http://www.lapoliticaonline.com/nota/99214-empresarios-mexicanos-creen-que-el-dolar-barato-les-permitira-copar-las-gondolas-argentinas/
donde vertieron estas opiniones:
?los productores de bienes de consumo masivo no buscan la creación de fábricas locales, pero sí proponen la generación de nuevos centros de distribución?
?apuntan a convertirse en los proveedores de cereales procesados, como copos y hojuelas, de grandes cadenas de supermercados. Es que muchos supermercados tienen sus marcas propias y Michel tiene escala de producción suficiente como para abastecer desde su planta en México los requisitos de stock de más de una cadena. ?
?Además de empresas de consumo masivo, llegaron empresarios interesados en participar del sector financiero directo para conducir capitales extranjeros hacia las energéticas y la construcción y en la complementación del sector automotriz..
El mayor peligro es convertirnos en proveedores de productos primarios y convertirnos en consumidores de productos alimenticio fabricados en Mexico importados a la argentina.
En su momento había comentado esa nota del 2016 con lo siguiente:
donde ubico la mano de obra argentina, es decir fábricas y operarios. Acá solo veo importación de productos fabricado por mano de obra mexicana que alimentaremos nosotros